La inflación británica se ralentiza, pero la subyacente y los servicios sorprenden al alza
La inflación anual de los precios al consumidor se enfrió al 6,8% desde el 7,9% de junio, como habían pronosticado el Banco de Inglaterra e impulsado por el gas y la electricidad.
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La inflación británica se ralentizó en julio, tal y como se esperaba, hasta su tasa anual más baja desde febrero de 2022, aunque hubo más señales de presión en los precios subyacentes y de los servicios que el Banco de Inglaterra está vigilando de cerca, según datos publicados el miércoles.
La Oficina Nacional de Estadísticas (ONS, por sus siglas en inglés) dijo que la inflación anual de los precios al consumidor se enfrió al 6,8% desde el 7,9% de junio, como habían pronosticado el Banco de Inglaterra y un sondeo de Reuters entre economistas, alejándose del máximo de 41 años de octubre del 11,1%, pero aún muy por encima del objetivo del 2% del banco central.
La libra esterlina subía ligeramente frente al dólar tras conocerse las cifras, que reforzaban las apuestas a que el Banco de Inglaterra seguirá adelante con su campaña de subidas de los tipos de interés.
Según la ONS, la bajada de los precios del gas y la electricidad fue el principal motor de la caída de la inflación, mientras que los precios de los alimentos también disminuyeron.
A pesar de la caída de la cifra principal, Reino Unido mantiene una de las tasas más altas de crecimiento de los precios en Europa Occidental, con sólo Islandia y Austria sufriendo una inflación más alta.
"Con un crecimiento de los salarios y una inflación de los servicios más fuertes de lo esperado, parece claro que el banco (central) tiene más trabajo por hacer", dijo Ruth Gregory, economista de la consultora Capital Economics.
El Banco de Inglaterra vigila de cerca la inflación subyacente, que excluye los volátiles precios de los alimentos y la energía, y los precios de los servicios al consumo.
La inflación subyacente se mantuvo en el 6,9% en julio, sin cambios con respecto a junio y por encima de las expectativas de Reuters, que la situaban en el 6,8%. En tanto, la inflación de los servicios repuntó hasta el 7,4%, desde el 7,2% de junio.
Los mercados financieros mostraron el miércoles una probabilidad aproximada de dos tercios de que el tipo de interés del Banco de Inglaterra alcance el 6% en febrero, frente al 5,25% actual.
"Aunque la subida de precios se está ralentizando, no hemos llegado a la meta. Debemos ceñirnos a nuestro plan de reducir la inflación a la mitad este año y situarla de nuevo en el objetivo del 2% lo antes posible", dijo el ministro de Economía, Jeremy Hunt, en respuesta a las cifras.
Es probable que los datos anuncien una inminente vuelta al crecimiento salarial en términos reales, que ha sido negativo desde abril del año pasado, ajustado al IPC.
El sector manufacturero ha mostrado signos de debilitamiento de la presión inflacionista, ya que los precios de fábrica cayeron un 0,8% en los 12 meses anteriores a julio, la cifra más baja desde octubre de 2020. Los precios de los insumos de los fabricantes cayeron un 3,3%, la mayor caída desde mayo de 2020.